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Octubre 2013
Edición No. 296
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En los López no confío


Luego de frenar por décadas el desarrollo de Saltillo y enriquecerse a costa de una excesiva explotación de la mano de obra de los trabajadores saltillenses, los López del Bosque, propietarios del Grupo Industrial Saltillo (GIS), le dejaron a los coahuilenses a sus ineptos e ignorantes parientes que de buenas a primeras decidieron meterse de políticos para incrementar su riqueza a depredando los presupuestos gubernamentales.

De esa manera, los herederos de los López del Bosque probaron los beneficios del saqueo y la impunidad, y mediante la concertacesión realizada en la cúpula del poder, en los últimos 22 años Saltillo ha tenido tres alcaldes de esa familia de explotadores: Rosendo Villarreal Dávila (1991-93), Manuel López Villarreal (1997-99) y el ahora electo Isidro López Villarreal (2013-17). Rosendo es tío de los dos hermanos Manuel e Isidro.

Pero a pesar de su origen plutócrata, de sus estudios en las mejores instituciones educativas y de su supuesta religiosidad cristiana, los herederos de los López del Bosque salieron malos para aquello del “bien común”, y se han dedicado a lucrar con su estatus de “notables”.

Así fue como Rosendo Villarreal Dávila logró salir del fracaso económico y convertirse en multimillonario, sólo bastaron las incursiones en la Alcaldía de Saltillo y en la Dirección Administrativa de Pemex. De las dos partes salió mal, y lo peor con la imagen de ladrón. Rosendo endeudó al municipio de Saltillo sin la aprobación del Congreso y su corrupción nunca salió a la luz pública, gracias a la complicidad de Eliseo Mendoza Berrueto. En Pemex fue separado de su cargo un mes después de haber sido presentado ante la SIEDO en el marco de una investigación por ordeña de ductos y corrupción al interior de Pemex. Rosendo ingreso a la “política” en 1991, y a 22 años de aquello, hoy es un hombre multimillonario.

Lo mismo sucede con otro de los López, Jorge Torres López, un hombre fracasado, “con una mano atrás y otra adelante” como señaló Wheelock, que ingresó a la “política” y se enriqueció vertiginosamente en sus últimos años. Jorge Torres es un hombre muy suertudo, pues a pesar de su evidente ineptitud e ignorancia fue Tesorero Municipal, Contralor Municipal, Secretario de Finanzas, Alcalde interino, Secretario de Desarrollo Social y Gobernador interino, todo esto en sólo 11 años. Según él, su fortuna es producto de su trabajo, lo cual será muy difícil de demostrar ahora que las autoridades norteamericanas lo están acusando de lavado de dinero por una cuenta de 2.8 millones de dólares en las Bermudas, casi lo mismo que le encontraron a su socio Javier Villarreal Hernández, otro de los saqueadores de Coahuila.

De Manuel López ni qué decir, sólo que su incapacidad en la Presidencia Municipal es legendaria y que su gran obra municipal fue la remodelación de la plaza Acuña. Su periodo no estuvo exento de denuncias de corrupción, sobre todo en la policía municipal y en la tesorería.

Por su parte, Isidro López con estos parientes ya no podrá presumir de valores de honestidad familiar, tampoco de eficiencia y capacidad, mucho menos de amor a Saltillo. De todos modos, los herederos de los López del Bosque continuarán deteniendo el desarrollo de Saltillo, pero ahora ya no lo harán impidiendo que otras empresas se instalen en el municipio, sino gobernando a Saltillo con deshonestidad, incapacidad e ignorancia...

 
 
 
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